Este año 2022 es, al fin, el pistoletazo de salida para la reactivación del sector termosolar. Estamos a la espera de saber cómo se concretará la nueva generación de plantas termosolares en España.
Hace justo un año destacábamos cómo el sector termosolar en nuestro país había sido capaz de anteponerse a la difícil situación sanitaria aplicando medidas para proteger la salud de los trabajadores que, además, habían permitido que el nivel de funcionamiento de las plantas no se viese afectado, asegurando el suministro eléctrico a la red.
La bajada en la demanda y en el propio mercado eléctrico mayorista complicó la liquidez de las instalaciones, ya que los pagos regulados a todo el sector RECORE -renovables, cogeneración y residuos- se vio reducido con un coeficiente de cobertura del orden del 77% cuando el promedio histórico se situaba en más del 82%.
Durante el año 2021 la situación se tornó diametralmente opuesta. Los precios del mercado eléctrico se dispararon a niveles nunca vistos en nuestro país, marcados por el coste de los derechos de emisión y del gas natural.
Como es ya bien conocido, los precios en el mercado mayorista de electricidad se fijan a través del sistema marginalista en el que la última oferta que cubre la demanda es la que determina el precio que todas las tecnologías reciben.
Analizando cuáles han sido las tecnologías que han casado la demanda en los últimos meses de 2021 -en la figura 1 se muestran como ejemplo los meses de noviembre y diciembre- se extraen algunas conclusiones interesantes:
- El uso de combustibles fósiles (carbón y gas natural) supone más de un 25% de la casación diaria.
- La energía nuclear, al ser la primera que entra en el mercado, nunca casa la demanda.
- La caída de presencia renovable nocturna (por menor aportación solar) es compensada por bombeos e hidráulica.
En septiembre de 2021, el Centro para el Desarrollo de Energía y Aire Limpios (CREA por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que indica que España es el país con mayor exceso de capacidad fósil de Europa (muestra analizada), con un sobrecoste anual estimado de 361 millones de euros únicamente en centrales de carbón.
Por tanto, la gran pregunta que cabe hacerse para los próximos años es: ¿Qué podemos hacer para reducir el precio de la electricidad y la presencia de combustibles fósiles casando la demanda y, por tanto, fijando un precio afectado por el coste del gas y los derechos de emisión de CO2?
La respuesta es, sin lugar a duda, instalar más energías renovables gestionables (hidráulica, biomasa y termosolar) que son las únicas que pueden desplazar a los combustibles fósiles como tecnologías marginalistas y que, además, ayudan a la penetración de eólica y fotovoltaica en el sistema.
En el caso termosolar, durante el año 2021 se plantearon cuatro iniciativas que esperamos fructifiquen en este 2022 para reducir el coste de la electricidad y disminuir la presencia fósil:
- Limitar el precio de mercado recibido para que, manteniendo la rentabilidad razonable durante la vida útil de la instalación, en coyunturas como la actual, toda la generación termosolar esté a disposición del sistema a menos de 60€/MWh (muy inferior a los más de 200€/MWh con los que ha cerrado 2021 y los más de 300 €/MWh que marcan los futuros del mercado eléctrico para el año 2022). De esta manera, se dispondría de una energía anual durante el año 2022 de unos cinco TWh a un coste inferior, con ahorros de más de 1.000 millones de euros para el sistema eléctrico.
- Fomentar que las nuevas subastas renovables estén orientadas a que cada tecnología produzca cuando más valor aporta. En el caso concreto de la termosolar, una generación orientada a la franja nocturna como complemento a la muy alta penetración fotovoltaica de nuestro país, que durante el día ya genera a precios muy inferiores a cualquier combustible fósil.
- Poner a disposición de Red Eléctrica los 870 MW de almacenamiento termosolar nacional con ocho horas de duración, para que los gestione y despache cuando el sistema más lo requiera. Actualmente hay ciertas limitaciones normativas que impiden que eso sea así, pero se puede probar temporalmente al amparo de la creación de bancos de prueba regulatorios (sandbox).
- Duplicar la capacidad de almacenamiento termosolar en España mediante la aplicación de Fondos Europeos de Recuperación y, por tanto, poder generar energía renovable gestionable y nocturna a precios de mercado razonable.
El apetito inversor por transacciones termosolares en España ha seguido en auge, y se han producido numerosas operaciones de compraventa de activos y de sociedades tenedoras de activos durante el año.
Finalmente, 2021 se ha cerrado con dos anuncios muy importantes para el sector:
- Una de nuestras empresas emblemáticas del sector ha propuesto un diseño de planta termosolar hibridado con fotovoltaica, fruto de sus desarrollos termosolares no sólo en España sino en todo el mundo.
- El 30 de diciembre, se ha anunciado la tan ansiada primera subasta termosolar de la historia, con un cupo 200MW que, aun siendo insuficiente para alcanzar los objetivos del PNIEC, abren la puerta a un futuro esperanzador en el que las renovables desplacen a los combustibles fósiles.
En el plano internacional el sector termosolar ha seguido creciendo, tanto con el desarrollo de nuevas plantas como mejorando la operación. Destaca la inauguración de una gran planta de torre de receptor central y almacenamiento con sales fundidas en Chile, y la puesta en marcha de dos plantas chinas, una con captadores cilindro-parabólicos y otra con tecnología de torre y almacenamiento en sales. Además, continúa la construcción de otras plantas que entrarán en operación próximamente, como es el caso de un gran proyecto de Dubái, otros en China y en Grecia. Aemás, se han anunciado nuevos desarrollos en Sudáfrica, Marruecos, Namibia, Chile y China.
Algunas de las nuevas plantas que se han puesto en marcha en los últimos dos años han supuesto un punto de inflexión ya que, por primera vez, es más barato instalar termosolar que tecnologías fósiles en determinadas ubicaciones. La tendencia de las nuevas instalaciones mundiales es hibridar termosolar con fotovoltaica. Además, se han presentado nuevos desarrollos tecnológicos en almacenamiento, turbomáquinas de CO2 supercrítco, nuevos materiales y conceptos más eficientes, etc.
En definitiva, el año 2021 ha servido para reflexionar sobre el rol de las energías renovables en el mix energético; darse cuenta – aquellos que no se habían parado a valorarlo- de la urgente necesidad de descarbonizar el sistema, tanto como una obligación moral con el medio ambiente como también una cuestión puramente económica; y de sentar las bases para un crecimiento renovable ordenado, en el que cada tecnología genera cuando más valor aporta.
Por su parte, 2022 se presenta como un gran año en el que materializar las oportunidades que las renovables gestionables ofrecen al sistema para alcanzar los objetivos de descarbonización y ayudar a reducir los altos precios eléctricos. Por supuesto, no está exento de riesgos y amenazas. La más preocupante, bajo nuestro punto de vista, sería incumplir el PNIEC. No sólo en el plano tecnológico, que puede desincentivar un sector concreto y extinguir su industria nacional, sino también a escala nacional. El PNIEC no establece objetivos individuales por tecnología, sino que presenta un mix energético concreto que cubre la demanda y los objetivos de descarbonización. Alterar cualquiera de sus componentes, como pudiera ser una menor presencia termosolar, no se ‘compensa’ instalando más fotovoltaica de la prevista, ya que las diferencias en sus perfiles de funcionamiento requerirían en ese caso una mayor presencia nuclear o fósil para garantizar el suministro durante la noche, complicando o impidiendo alcanzar los objetivos acordados con la Comisión Europea.
Ahora les toca a nuestras empresas ponerse a trabajar, diseñar plantas óptimas que suministren energía renovable nocturna para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y demostrar que hay apetito industrial para que la reserva de 200 MW se quede efectivamente corta. Desde Protermosolar seguiremos acompañando a las empresas del sector en este proceso para que el seis de abril de 2022 quede enmarcado como el momento del gran resurgir en la historia termosolar de nuestro país.