Ubicada 200 kilómetros al sur de Marrakech, el complejo de energía solar de Uarzazat será el lugar donde su ubicará la mayor planta de energía termosolar de Marruecos, cuyo objetivo es proveer la mitad de la energía del país en 2020.

Noor 1, la primera de las cuatro centrales del proyecto, cuenta con 500.000 espejos solares que, organizados en 800 filas, rastrean el sol a medida que se mueve para optimizar sus recursos de forma inteligente. El proyecto aspira a generar alrededor de 580 MW de electricidad, cantidad suficiente para suministrar energía a un millón de casas.

Esta tecnología, conocida como CSP, se basa en el principio de reflexión de los rayos solares hacia un receptor gracias a espejos correctamente orientados. Esto garantiza un mayor rendimiento frente a la energía solar fotovoltaica, pues tiene la ventaja de seguir produciendo energía incluso cuando el sol se esconde.

El ministro del Medio Ambiente de Marruecos, Hakima el-Haite, considera que la energía solar tendrá un papel fundamental en la economía mundial, como la tuvo la explotación de petróleo en el siglo pasado. “Nosotros no somos un país productor de petróleo. El 94% de la energía que importamos proviene de combustibles fósiles y eso tiene grandes consecuencias para nuestro presupuesto”, declaró el ministro en una entrevista al periódico The Guardian. “Así que, cuando conocimos el potencial de la energía solar, nos preguntamos: ¿por qué no intentarlo?”.

En el año 2020, cuando el complejo esté terminado, será la mayor fuente de energía solar concentrada del mundo. En los próximos años se espera la conclusión de las plantas Noor 2 y Noor 3, que ocuparán un espacio de 4,4 millones de m², similar al área metropolitana de Rabat, la capital de Marruecos.