El año 2017 ha sido un año histórico en el que se han adjudicado ya centrales termosolares en algunos países (Emiratos Árabes y Australia) a precios inferiores a los de los ciclos combinados que competían por el mismo suministro. Ese sería el caso también en España si se empezara a reemplazar las contaminantes centrales de carbón por un conjunto de centrales renovables con almacenamiento que, en cualquier caso, deben estar disponibles cuando progresivamente vaya dejando de operar el parque actual de ciclos combinados.
El sol brilla también para proporcionarnos electricidad solar gestionable y a precios competitivos con los de las centrales fósiles, permitiendo que países soleados como España puedan abordar, más pronto que tarde, una auténtica transición energética aprovechando todas las ventajas para la economía del país que dicho proceso nos brinda.
Grandes empresas eléctricas europeas así lo han entendido y están construyendo y participando en licitaciones internacionales convencidas de que las centrales termosolares jugarán en gran medida el papel que actualmente desempeñan los ciclos combinados como generación flexible para el seguimiento de la demanda.
Deseamos a nuestros lectores que vean cumplidas sus ilusiones en 2018 confiando también en que en 2018 se multipliquen los contratos de nuevas centrales termosolares en todo el mundo.